África: La agricultura regenerativa genera grandes beneficios para los agricultores y el clima en el este de Kenia.
Anti- nuevo reporte por la ONG Granja África describe cómo los pequeños agricultores del este de Kenia están presenciando transformaciones dramáticas en sus rendimientos, ingresos y resiliencia al cambio climático, gracias al proyecto de Fortalecimiento de la Agricultura Regenerativa en Kenia (STRAK) de Farm Africa.
Financiada por la Fundación IKEA a través de AGRA, la iniciativa STRAK está redefiniendo la agricultura sostenible en los condados de Embu y Tharaka Nithi. Más de 50.000 agricultores han recibido apoyo directo para adoptar prácticas agrícolas regenerativas que restauran la salud del suelo, conservan el agua y aumentan sus ganancias, a la vez que protegen el medio ambiente.
“Nuestros agricultores están demostrando que la sostenibilidad y la rentabilidad no son mutuamente excluyentes”, afirmó Mary Nyale, directora nacional de Farm Africa en Kenia. “Cultivan más alimentos, obtienen mejores ingresos y protegen los ecosistemas de los que dependen”.

Godfrey Kirimi muestra tomates de su granja en Tharaka Nithi. Crédito de la fotografía: Farm Africa / Bertha Lutome
Las técnicas regenerativas, como el acolchado, la aplicación de estiércol y la microdosificación de fertilizantes, han dado resultados sorprendentes. En el condado de Tharaka Nithi, los agricultores que practican el cultivo regenerativo de maíz han logrado una relación costo-beneficio de 5,0, lo que significa que cada chelín invertido genera un retorno de cinco chelines. En Embu, métodos similares han generado beneficios netos superiores a 211.509 chelines kenianos por hectárea en el cultivo de maíz.
Más allá de los cereales, la diversificación hacia empresas como la apicultura, la avicultura autóctona y la agroforestería está transformando los medios de vida. Mati Mwasia, apicultor de Tharaka Nithi, ha aumentado su producción de miel de 20 a 50 kg por cosecha y ahora asesora a más de 300 agricultores locales. Mientras tanto, Godfrey Kirimi, un agricultor de 27 años, ha duplicado su producción de tomates y ha convertido su finca en un próspero negocio de seis acres que emplea a más de 30 personas.
Impulsando el cambio sistémico
STRAK no se centra únicamente en los impactos a nivel de finca. Trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos de los condados y las instituciones locales, el proyecto integra la agricultura regenerativa en los planes y políticas de desarrollo de los condados, allanando el camino para un cambio duradero.
Ya 76% de agricultores en las zonas objetivo de STRAK han adoptado prácticas regenerativas, impulsadas por los promotores locales, conocidos como Asesores Locales (VBA), quienes brindan orientación práctica y conectan a los agricultores con nuevos mercados y recursos. Mientras el cambio climático continúa desafiando la agricultura tradicional, STRAK demuestra que la agricultura regenerativa puede ofrecer soluciones tangibles tanto para las personas como para el planeta.
La iniciativa STRAK de Farm Africa ofrece un modelo de desarrollo rural sostenible que podría replicarse en otras regiones áridas y semiáridas de África y más allá.