El mercado de bioestimulantes de EUA y la UE: Avances, desafíos y direcciones futuras
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Por Lauren Milligan
El mercado actual de bioestimulantes está impulsado por avances científicos, la agricultura sostenible y los marcos regulatorios tanto en EUA como en Europa. Estos avances están transformando la formulación, la entrada al mercado y la adopción por parte de los productores en 2025.
Cambios regulatorios
En Estados Unidos, la normativa sobre bioestimulantes aún está evolucionando.
Durante décadas, se utilizaron numerosos bioestimulantes, como extractos de algas y sustancias húmicas, a menudo registrados en función de su contenido en nutrientes o materia orgánica, en lugar de por sus beneficios específicos. Sin embargo, a medida que el conocimiento científico ha avanzado en los últimos 20 años, la industria ha presionado activamente para obtener definiciones formales y vías regulatorias adecuadas.
David Hiltz, copresidente del Comité de Bioestimulantes y miembro de la junta directiva de la Biological Products Industry Alliance (BPIA), dice que los reguladores de fertilizantes estatales de EE. UU., a través de la Asociación de Funcionarios Estadounidenses de Control de Alimentos Vegetales (AAPFCO), han dado a los bioestimulantes su propia definición y han establecido una nueva categoría de sustancias beneficiosas.
Esta categoría abarca enmiendas de suelo, inóculos vegetales, biofertilizantes y bioestimulantes vegetales. Hiltz señala que algunos estados, como California, ya han adoptado este lenguaje en sus regulaciones agrícolas, y se espera que muchos otros estados sigan su ejemplo, con el objetivo de crear una vía de comercialización uniforme en todo Estados Unidos.
A pesar de este progreso a nivel estatal, persiste la incertidumbre regulatoria federal.
Hiltz dice que ni la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ni el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) actualmente definen los bioestimulantes ni han establecido regulaciones específicas para su registro y uso comercial.
David Hiltz, copresidente del Comité de Bioestimulantes, miembro de la junta directiva de BPIA
“A nivel federal, ni la EPA ni el USDA definen específicamente los bioestimulantes vegetales ni han establecido regulaciones para su registro y uso comercial”, afirma Hiltz.
Esto supone un desafío, ya que la definición de bioestimulante vegetal de la AAPFCO puede solaparse con la definición amplia de regulador vegetal de la EPA. Esto añade tiempo y costes a las empresas que buscan la confirmación y el registro de productos de la EPA.
Para abordar este desafío, se ha presentado la Ley de Bioestimulantes Vegetales (S.802 en el Senado y HR 1472 en la Cámara de Representantes) para establecer una definición federal y establecer una exclusión de la regulación de la Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas (FIFRA), similar a la de los nutrientes e inóculos vegetales. La industria está colaborando activamente con los legisladores para incluir esta ley en la próxima Ley Agrícola.
En Europa, los recientes cambios regulatorios han agilizado significativamente la industria de los bioestimulantes.
João Cardoso, Director de Producto de Rovensa Next, afirma que la inclusión de los bioestimulantes vegetales como PFC 6 según el Reglamento 2019/1009 sustituye 27 autorizaciones nacionales por una única aprobación a nivel de la UE mediante el marcado CE. Un ejemplo de ello son Biimore y Phlylgreen de Rovensa Next, registrados bajo este reglamento, que llevan el marcado CE con una etiqueta unificada reconocida en los 27 Estados miembros.
Cardoso afirma que esto «reduce la carga de trabajo y los costes regulatorios, a la vez que garantiza la eficacia del producto mediante la verificación por terceros. Este cambio promueve un mejor acceso al mercado, la coherencia y la innovación en todos los Estados miembros».
A pesar del marco armonizado en la UE, aún quedan desafíos.
“La incertidumbre regulatoria, en particular en torno a la aprobación limitada de cepas microbianas bajo CMC 7 y los complejos requisitos REACH+, genera retrasos y limita la innovación”, afirma Cardoso.
Innovación y oportunidades
El mercado de los bioestimulantes está siendo testigo de una rápida innovación que se extiende más allá de las formulaciones tradicionales.
La aparición de productos con nuevos modos de acción ya está aquí. Algunos ejemplos son moléculas que imitan la señalización vegetal o que actúan sobre vías metabólicas específicas para mejorar la tolerancia al estrés y la absorción de nutrientes.
João Cardoso, Rovensa Next
“Existe un creciente interés en los consorcios microbianos, es decir, mezclas de múltiples cepas diseñadas para trabajar sinérgicamente en la rizosfera, y en bioestimulantes de precisión adaptados a cultivos específicos, tipos de suelo y condiciones climáticas”, afirma Cardoso.
La nanotecnología también está surgiendo para la liberación controlada, en particular la nanoencapsulación. Además, se ha mejorado la biodisponibilidad de los compuestos activos gracias a muchos productos nuevos derivados de plantas marinas, subproductos agrícolas o desarrollados mediante procesos de fermentación.
Otro avance se basa en los avances científicos para comprender mejor los mecanismos de acción metabólicos. Los investigadores ahora pueden utilizar la metabolómica o la genómica para identificar sustancias que actúan sobre vías metabólicas específicas, por ejemplo, las implicadas en la mitigación del estrés oxidativo o la mejora de la absorción de nutrientes.
Es probable que esta especialización continúe a medida que los productores adquieran mayor conocimiento técnico y exijan información precisa sobre los productos que utilizan. Esto obligará a las empresas a generar datos que demuestren actividades específicas, yendo más allá de las afirmaciones generales.
Monitoreo de Inteligencia Artificial (IA)
Hiltz afirma que la tecnología de precisión es otra pieza importante del desarrollo del mercado de bioestimulantes.
“Las tecnologías para aplicar bioestimulantes vegetales con precisión, como la IA para monitorear el estado nutricional del suelo y los drones equipados para pulverizar en respuesta al estrés abiótico, ayudarán a optimizar el crecimiento del mercado, ya que garantizan que los desafíos se aborden adecuadamente y, al mismo tiempo, reducen el nivel de insumos desperdiciados”, afirma Hiltz.
El uso de tecnologías de aplicación de precisión, como inteligencia artificial para monitorear el estado de los nutrientes del suelo y drones para pulverización dirigida, ayudará a optimizar el crecimiento del mercado al abordar eficientemente los desafíos y minimizar los insumos desperdiciados.
Hiltz afirma que también es necesario que la comunidad científica defina mejor los mecanismos de acción genéticos, moleculares y fisiológicos subyacentes, y que comprenda las complejas interacciones entre los bioestimulantes vegetales, los microorganismos del suelo y de las plantas y los insumos químicos para el desarrollo de sistemas de producción agrícola más eficaces y sostenibles.
Esfuerzos de colaboración e impacto futuro
La colaboración entre las partes interesadas de la industria es fundamental para avanzar en la adopción y la comprensión de los bioestimulantes.
En EUA, la BPIA y el Consejo de Bioestimulantes del Instituto de Fertilizantes (TFI-BC) han colaborado durante una década a través de un Grupo de Trabajo de la Industria de Bioestimulantes (BIW) para abogar por el reconocimiento y la regulación de los bioestimulantes vegetales como un tipo de material fertilizante.
Hiltz señala que esto se alinea con la forma en que otras regiones del mundo, como Canadá, la UE, India y Brasil, regulan estos productos.
Otras iniciativas de colaboración recientes incluyen Crop Life America (CLA), la Organización de Innovación Biotecnológica (BIO), la Asociación Americana del Comercio de Semillas (ASTA), la Industria Responsable para un Entorno Sano (RISE) y la Asociación de Minoristas Agrícolas (ARA). Estos grupos trabajan juntos para generar confianza en los bioestimulantes y evitar que empresas y productos de dudosa reputación entren al mercado. Recientemente, publicaron las Recomendaciones de la industria estadounidense de bioestimulantes para evaluar la eficacia, la composición y la seguridad de los productos bioestimulantes vegetales, que proporciona pautas para evaluar el rendimiento, la composición y la seguridad de estos productos.
En Europa, el Consejo Europeo de la Industria de Bioestimulantes (EBIC) participa activamente en las reuniones del Grupo de Expertos de la Comisión sobre productos fertilizantes, trabajando para mejorar la regulación. •


