La EPA de EE. UU. Considera cambios importantes
La crisis alimentaria mundial es real y está creciendo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el número de personas que pasan hambre cada día se ha expandido a un récord de 1.020 millones. Además, los expertos estiman que durante las próximas cuatro décadas, la población mundial aumentará en 2.300 millones. Satisfacer la demanda de los 9.100 millones de habitantes del mundo en 2050 requerirá 70% más alimentos de los que producimos actualmente. También sabemos que la innovación continua y el desarrollo de nuevos productos dentro de la industria de protección de cultivos son un medio seguro para aumentar la producción de alimentos y abordar esta amenaza.
Sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) propone actualmente más regulaciones que hacen poco para respaldar la solución. En algunos casos, estos esfuerzos mal dirigidos son perjudiciales para la producción de cultivos. En lugar de sopesar científicamente los riesgos y beneficios conocidos de la tecnología de protección de cultivos, la agencia parece estar alejándose de la ciencia hacia el desarrollo de regulaciones basadas en los deseos políticos de una variedad de grupos anti-tecnología.
Un ejemplo de ello es la reciente propuesta de la EPA de cambiar la evaluación de riesgos del uso de pesticidas para los trabajadores. La seguridad de los trabajadores siempre ha sido de suma importancia para los desarrolladores y comercializadores de insumos agrícolas, y la industria de protección de cultivos ha apoyado constantemente el uso de técnicas científicas sólidas para evaluar los riesgos potenciales asociados con los productos de protección de cultivos. Sin embargo, la EPA ahora propone ir más allá de la evaluación basada en la ciencia con su última propuesta.
Además, la EPA está buscando comentarios sobre la guía propuesta para el etiquetado de nuevos pesticidas para reducir el rocío fuera del objetivo y la deriva del polvo. Apoyamos tecnologías innovadoras que promueven la reducción de la deriva de la pulverización y la investigación científica sobre los efectos de la deriva de la pulverización; aunque en la práctica real, se sabe abiertamente que la política de "deriva cero" es un estándar imposible, incluso admitido fácilmente por la EPA. Sin embargo, la última propuesta de la EPA va en contra de la ciencia actual y del estándar de riesgo establecido por la ley.
Como otro ejemplo de su alejamiento del análisis basado en la ciencia, la EPA ha anunciado recientemente la intención de enumerar los ingredientes inertes en los productos fitosanitarios. En la forma prescrita, se ha demostrado que estos ingredientes son inofensivos: son químicamente inertes y, como se demuestra a través de una cuidadosa investigación y pruebas científicas, no representan una amenaza para los consumidores.
Cuentos de precaución
Estas propuestas regulatorias son indicativas de un tema más amplio que guía el proceso de toma de decisiones de la EPA: el "principio de precaución". Los formuladores de políticas a menudo pasan por alto la ciencia y, en cambio, se centran en riesgos no comprobados. Teniendo en cuenta la crisis alimentaria y la capacidad de la industria de protección de cultivos para ayudar a abordar el problema, esta política de precaución y el escepticismo aparentemente abierto de la ciencia son cada vez más peligrosos. Contamos con los medios para incrementar la productividad agrícola mediante el uso cuidadoso de insecticidas, herbicidas y fungicidas. Sin embargo, la falta de comprensión de una ciencia bien respaldada por parte del público y de los frentes políticos bien puede impedir un uso más amplio de estos productos, a pesar de las rigurosas pruebas científicas que demuestran su seguridad.
La conclusión es que nos enfrentamos a un escenario extremadamente perjudicial que afectará enormemente la capacidad de la agricultura para alimentar a una población mundial en crecimiento y hambrienta. La agricultura moderna tiene los medios para enfrentar este desafío de una manera sostenible, sin embargo, el reciente cambio de la EPA de los EE. UU. A la política de precaución nos está dirigiendo en la dirección equivocada. CropLife America está presionando activamente contra esta tendencia política, y agradecemos la ayuda de otros sectores para evitar la pérdida de la regulación estadounidense basada en la ciencia.