Embrapa y Bayer mapearán el mecanismo de resistencia a los fungicidas de la enfermedad de la soja

Roya de la soja; crédito: Mauricio Meyer

El bCorporación de Investigación Agrícola de Razilian (Embrapa) y Bayer han establecido una alianza para estudiar los mecanismos que hacen que los hongos patógenos de la soja pierdan sensibilidad a los productos que se utilizan actualmente en los campos.

Estimado para durar cinco años, el proyecto de investigación tiene como objetivo identificar los hongos Corynespora cassiicola (que causa el punto objetivo) y Phakopsora pachyrhizi (responsable de la roya asiática de la soja) resistencia a los fungicidas disponibles en el mercado. “Queremos entender cómo y dónde ocurre la resistencia en esos hongos, y así adoptar acciones preventivas anti-resistencia”, explica Maurício Meyer, investigador de Embrapa Soya.

Uno de los principales objetivos de la asociación es participar en el esfuerzo de secuenciar el genoma del hongo de la roya de la soja asiática, que está siendo liderado por un consorcio internacional que incluye a Embrapa, Bayer y otras instituciones de investigación de Alemania, Francia y Estados Unidos. Estados. Basado en los datos generados por el P. pachyrhizi secuenciación del genoma, el proyecto se va a desarrollar en dos frentes de investigación.

Por un lado, la investigación quiere comprender los mecanismos de mutación del gen del hongo que provocan la pérdida de sensibilidad y resistencia a los principales grupos de fungicidas utilizados para el control de la enfermedad. En la otra sección de estudio, la idea es identificar regiones del genoma del hongo asociadas con su virulencia vegetal, y los resultados podrían ayudar al desarrollo de variedades de soja asiática resistentes a la roya.

“Tendremos cinco años para comprender mejor los mecanismos de resistencia a los fungicidas a través del mapeo genético de los hongos. Con el genoma en la mano, podremos comprender cómo ocurre la pérdida de sensibilidad, anticipar estrategias de manejo de anti-resistencia y desarrollar soluciones más eficientes para el control”, explica el gerente de Desarrollo Avanzado de Fungicidas de Bayer, Rogério Bortolan.

La secuenciación genética de P. pachyrhizi es un gran desafío que debe abordar el proyecto, considerando el tamaño y la complejidad de su genoma. Al menos un intento anterior de secuenciar y ensamblar el genoma fúngico fracasó. “Sin embargo, para avanzar en el desarrollo de nuevas herramientas para el control de la roya asiática, la secuenciación es fundamental”, subraya Meyer.

El estudio se basará en una muestra estándar del hongo que posiblemente haya sufrido pocas mutaciones ya que no estuvo expuesto a muchas aplicaciones sucesivas de fungicidas. Luego habrá una resecuenciación de aislamientos (partes del genoma del hongo) recolectados en Brasil y en otros países a lo largo de la última década que tienen diferentes perfiles de virulencia y sensibilidad a los fungicidas, debido a su constante contacto con tales productos.

“Al obtener el genoma de referencia del hongo seguido de la resecuenciación de diferentes aislados, esperamos descifrar su biología y entender la compleja interacción con las plantas hospederas, además de ampliar nuestra comprensión de su adaptabilidad, evolución y diversidad genética”, explica el investigador de Embrapa Soya Francismar Marcelino. Los resultados obtenidos serán publicados y beneficiarán a toda la cadena productiva de la soja.

El proyecto también pretende estudiar los cambios que se produjeron en el C. cassiicolaP. pachyrhizi hongos debido a su exposición a diferentes grupos de fungicidas. Para ello, se comparará la sensibilidad de los hongos contraponiendo poblaciones que sufrieron pocas o ninguna mutación genética con aquellas que sufrieron presión de selección por una mayor exposición a los fungicidas aplicados al cultivo en el transcurso de los últimos 10 años. “Entonces tendremos parámetros para identificar y monitorear el desarrollo de resistencia a los fungicidas, y para verificar si se están produciendo nuevas mutaciones”, dice Meyer.

La última etapa del estudio incluye el mapeo de las áreas productoras de soja de Brasil con riesgo potencial de desarrollar resistencia a los fungicidas. “Si el estudio identifica que la frecuencia de mutaciones genéticas fúngicas aumentó mucho en una región determinada, eso es un indicador de que la presión por ese grupo de fungicidas es mayor en la región en cuestión. Será una señal de alerta para anticipar la adopción de medidas anti-resistencia y evitar la pérdida de eficiencia del producto”, dice. La necesidad de cambiar la estrategia de control químico a la luz de la realidad de cada región es una forma de preservar los fungicidas, ya que hay pocas perspectivas de lanzar nuevos productos al mercado en los próximos años.

Según el jefe de Desarrollo Agronómico de Bayer, Bernard Jacqmin, el estudio abre el camino para resolver un gran desafío de la industria: asegurar la sostenibilidad de las herramientas existentes para el control de enfermedades de la soja. “Tal cooperación con Embrapa será esencial para avanzar en el estudio de la genética fúngica y la comprensión de cómo se desarrolla la resistencia después de repetidas aplicaciones de fungicidas. El recurso a una institución como Embrapa da respaldo a Bayer para presentar las recomendaciones derivadas de la investigación al sector ya los agricultores, principalmente al momento de implementarlas en los campos”, concluye.

Entendiendo la roya de la soja

La roya asiática de la soja, la enfermedad más grave para el cultivo, se identificó en Brasil en la cosecha 2001/2002. La enfermedad provoca una defoliación temprana y compromete la formación y desarrollo de las vainas y del peso final del grano. Por tanto, puede dañar hasta 100% del rendimiento si no se gestiona adecuadamente. El costo promedio de la roya (gastos con fungicidas para control + pérdidas de producción) es $2 mil millones por cosecha en Brasil.

El control de la enfermedad se ha centrado principalmente en el control químico. A pesar de la contribución de tres grupos de fungicidas en el mercado, el Consorcio Antirust ha observado una reducción en la eficiencia de estos productos desde la cosecha 2007/2008, debido a la mayor frecuencia de mutaciones que reducen la eficiencia del control. La resistencia de los hongos a los fungicidas es un proceso natural. Sin embargo, la vida útil de los productos químicos puede extenderse con su uso racional, estrategias anti-resistencia y la adopción de mejores prácticas.