La sostenibilidad es un mandato

We need better stories in agriculture. For an industry that provides a basic need for the world, you would think the vilification of modern agriculture would be impossible, but it’s not. Special interests, especially from Western societies, are committed to demonizing modern agriculture practices to satisfy their ideologies.

Nuestra industria de plaguicidas $41 mil millones se está llevando la peor parte de las críticas. Los productos para la protección de cultivos son un blanco fácil para los ambientalistas y defensores orgánicos, cada uno armado con su parte de información errónea y una hipérbole cuestionable.

Subsequently, sustainability isn’t a choice, it’s a mandate. Increasingly, national governments require agriculture companies to protect the environment, and regulations are becoming more rigorous.

En China, los requisitos de las fábricas para los originadores de moléculas están agregando costos y obligando a actualizaciones de las instalaciones y capas de medidas de seguridad. Los costos adicionales asociados con estas disposiciones están afectando las ganancias.

En Europa, las prohibiciones de la fumigación aérea, los límites de residuos y los onerosos reinscripciones están agotando el arsenal de protección de cultivos que antes disfrutaban los agricultores progresistas.

En los Estados Unidos, las crecientes regulaciones han obstaculizado todo, desde los permisos de solicitud hasta el uso juicioso de algunos ingredientes activos. A medida que las regulaciones se vuelven más estrictas, las discusiones sobre políticas en torno a la protección de cultivos se vuelven más acaloradas.

Parte de la solución radica en nuestra capacidad para articular los beneficios de la agricultura moderna, comenzando con la responsabilidad, la administración y la participación comunitaria de los fabricantes y distribuidores de todo el mundo.

Farm Chemicals International se enorgullece de contar algunas de estas historias en nuestra cobertura anual de la Premios al respeto medioambiental, patrocinado por FCI, publicación hermana CropLife revista y Protección de cultivos de DuPont. A través de estos premios, estamos presagiando ejemplos de distribución responsable y son historias que vale la pena contar.

Sin embargo, es solo el comienzo. Cada fabricante, formulador, distribuidor y aplicador debe comenzar a discutir los beneficios de la agricultura moderna con sus familias y amigos. Inicie la conversación y observe la rapidez con la que la gente llega a apreciar el papel de la agricultura de producción en sus vidas.

Una vez que se sienta cómodo hablando de su negocio, invite a los medios de comunicación locales a hacer un recorrido por sus instalaciones u operaciones. Nuestras empresas crean empleos, contribuyen a las economías nacionales y sirven como pilar para muchas comunidades. Si abrimos nuestras puertas al público, gran parte del miedo que rodea nuestras operaciones se desvanecerá. La transparencia genera confianza y seguirá un sentimiento público positivo.

Este esfuerzo de comunicación global es necesario, lo queramos o no. Los ideólogos están forzando la conversación, y cuanto más esperemos para abordarlos, más difícil será demostrar nuestro valor en el mundo.

We don’t need to wait for an annual awards competition to be proud of what we do. We must consider it our obligation to be a daily example of professionalism, community involvement and stewardship so we can create opinions before ideologues attack. Once we are trapped in a this-or-that debate, we will have more trouble winning the hearts and minds of the general public.

But we have something going for us: We help make it possible to feed the world. We create jobs. We operate successful businesses that create stability for communities and we operate in one of the most highly regulated businesses on the planet. Hundreds of national governments have approved our products as safe. So don’t be shy about telling your story with the same passion in which it is sometimes attacked.