Opinión: La productividad de los cultivos es eminentemente crucial
Las demandas sobre la producción mundial de alimentos están en el centro de todas las organizaciones humanitarias del mundo. Oxfam, Bill y Melinda Gates, la Fundación Rockefeller, Naciones Unidas, USAID, gobiernos nacionales e innumerables organizaciones no gubernamentales y entidades privadas están debatiendo la miríada de formas en que podríamos alimentar colectivamente al mundo.
Actualmente, lo estamos haciendo bastante mal, ya que una de cada seis personas está desnutrida. Aproximadamente 63% de ellos se encuentran en Asia, y la mayor parte de los otros 37% está en África. Estas regiones requieren tecnología agrícola básica, incluidos fertilizantes y herbicidas. Estas dos adopciones básicas podrían reducir a la mitad el hambre del mundo.
Este mensaje a menudo se pierde en las discusiones académicas de alto nivel que generalmente se enfocan en las tecnologías alimentarias más recientes, las características de las semillas y los fungicidas y pesticidas biológicos que aumentan el rendimiento. Estas son tecnologías importantes que deben desarrollarse para la próxima generación de producción de cultivos en los mercados emergentes. Pero en este momento, los agricultores necesitan nutrientes, deshierbe químico, semillas híbridas y acceso a los mercados para escapar de la rutina de la agricultura de subsistencia que se tambalea precariamente sobre la pobreza.
Acabo de regresar de una reunión mundial de debates de alto nivel sobre seguridad alimentaria mundial, me recuerda lo poco que estamos abordando el desafío rudimentario para nuestro mundo: crear acceso a tecnologías ya probadas para los agricultores en Asia y África, donde los alimentos la seguridad es sumamente precaria.
En medio de este diálogo sobre la adopción de buenas prácticas agrícolas en los mercados que más las necesitan, la protección de cultivos, específicamente el deshierbe químico, ha cobrado mayor importancia para la vida y los medios de subsistencia de los pequeños accionistas.
Esta es una razón clave por la que las Cumbres Comerciales de la FCI se dirigen a los mercados que tienen más que ganar. A nivel humanitario, existe la mejor oportunidad para hacer el mayor bien en lugares como África Oriental y América Latina, donde hemos vinculado con éxito a compradores y vendedores para expandir la cadena de valor.
Asimismo, esperamos hacer lo mismo en Kuala Lumpur, Malasia. Estamos a cuatro semanas de nuestro evento inaugural del sudeste asiático y estamos ansiosos por discutir las inscripciones en la región. Nuestro programa destaca lo pragmático frente a lo académico, y es más probable que nuestros delegados escriban contratos que tomen notas sobre estadísticas sobre regiones que nunca visitarán.