Los países afectados por el ébola podrían hacer frente a una 'ola de crisis alimentarias' - FIDA

Kanayo Nwanze, presidente del Fondo Internacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo Agrícola

El Fondo Internacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo Agrícola (FIDA) pide una “respuesta colectiva rápida” a la crisis del ébola en África occidental.

En ausencia de una respuesta internacional concertada, los países afectados podrían enfrentar una “ola de crisis alimentarias en el futuro cercano”, dijo el FIDA.

En un discurso de apertura pronunciado en el simposio celebrado en relación con la edición de este año Premio Mundial de la Alimentación en Des Moines, Iowa, el presidente del FIDA, Kanayo F. Nwanze, señaló que la epidemia de ébola ya ha “perturbado gravemente” la producción y el comercio agrícolas en Guinea, Liberia y Sierra Leona, lo que ha provocado un aumento de los precios de los alimentos. Hasta 40% de granjas en Sierra Leona han sido abandonadas porque los agricultores se quedan en casa por temor a la infección, agregó Nwanze.

Nwanze se unió a los Ministros de Agricultura de Liberia y Sierra Leona en una conferencia de prensa en el simposio. Él y los ministros subrayaron la importancia de abordar rápidamente la emergencia en África occidental, así como de invertir en el desarrollo agrícola a largo plazo para generar resiliencia en las zonas rurales.

Los eventos se desarrollan en el contexto del Premio Mundial de la Alimentación, donde este año, el científico vegetal Sanjaya Rajaram, nacido en India y ciudadano de México, recibió el honor por la investigación científica que ha llevado a un aumento en la producción mundial de trigo.

El premio fue iniciado en 1986 por Norman E. Borlaug, un renombrado científico investigador estadounidense y premio Nobel. Durante su discurso del Premio Nobel de la Paz en 1970, Bourlaug dijo: “Es un hecho triste que en esta tierra en esta fecha tardía todavía haya dos mundos, “el mundo privilegiado” y “el mundo olvidado”.

“Parte del mensaje del FIDA en Des Moines es que la declaración de Bourlaug sigue siendo muy cierta: que la mayoría de las personas pobres y hambrientas del mundo viven en las áreas rurales a menudo olvidadas de los países en desarrollo”, dijo la agencia. “Los pequeños agricultores y otros productores rurales proporcionan la mayor parte de los alimentos en estas áreas, pero las familias campesinas son, en sí mismas, muy vulnerables a la inseguridad alimentaria causada por crisis como la epidemia de ébola y el cambio climático”.

El FIDA enfatizó que la comunidad internacional puede actuar para romper el ciclo de crisis e inseguridad alimentaria. El FIDA cree que todavía es posible enfrentar el desafío de alimentar a la creciente población mundial, incluidas sus ciudades en rápida expansión. “Pero esto solo será posible a través de inversiones que sean inclusivas y respondan a las necesidades de la población rural, brindándoles las herramientas para salir de la pobreza y transformar sus comunidades”.