El gobierno indio debe luchar por la sostenibilidad al tiempo que garantiza la seguridad alimentaria

Con un claro “Código Rojo” para países como India, el Informe Climático recientemente publicado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) predice períodos secos frecuentes, olas de calor y lluvias monzónicas irregulares durante los próximos 30-40 años, informa Bloomberg Quint.

¿Qué significa eso realmente? Efectivamente, el cambio climático pone en riesgo la seguridad alimentaria de la India al mismo tiempo que agrava los problemas relacionados con la sustitución de importaciones, la producción agrícola y los medios de vida e ingresos de los agricultores. El IPCC también postula que se proyecta que las precipitaciones medias y los extremos del monzón se intensifiquen por 20 por ciento en verano sobre la India y el sur de Asia, lo que daría lugar a un suministro de agua errático a las zonas agrícolas mayoritariamente de secano.

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Por otro lado, dado el aumento de la población mundial, los países en desarrollo ahora buscan duplicar la producción de alimentos para 2050. Se espera que la propia India aumente su producción agrícola en un 70 por ciento para el año 2050 para satisfacer las demandas de su población. Por lo tanto, la necesidad de una formulación de políticas basada en la ciencia es quizás más fuerte que nunca en esta etapa del desarrollo humano. En esto, los países se enfrentan constantemente a un delicado equilibrio en las prioridades políticas: la tarea de satisfacer la creciente demanda de alimentos y al mismo tiempo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Cambios climáticos afecta a la agricultura tanto como víctima como contribuyente. Las operaciones agrícolas representan alrededor 10-12 por ciento de las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero, según datos de 2019, debido al uso de fertilizantes químicos, pesticidas y estiércol animal. Como resultado de la creciente demanda de alimentos de una población mundial en crecimiento, se espera que este ritmo aumente. Estos gases de efecto invernadero incluyen el óxido nitroso (N2O), el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4), todos los cuales contribuyen al cambio climático y al calentamiento global y, por lo tanto, tienen una influencia significativa en la sostenibilidad de los sistemas de producción agrícola.

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