Estamos en medio de una nueva revolución verde

En los años 1960 Norman Borlaug desarrolló una nueva variedad de trigo que ayudó a México, Pakistán e India a tener más seguridad alimentaria. Se le atribuye haber salvado más de mil millones de vidas y fue declarado "el padre de la Revolución Verde".

Más de medio siglo después, la industria está experimentando una nueva revolución verde, impulsada por los consumidores que exigen saber más sobre el origen de sus alimentos, la tecnología, una mayor supervisión regulatoria y, sí, el miedo a los insumos agrícolas tradicionales y los efectos que producen. sobre la salud humana, en particular glifosato.

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Por equivocado y anticientífico que pueda ser el miedo, tiene el potencial de generar una enorme disrupción en la industria. Hay un viejo refrán que dice que la percepción es la realidad. El peligro que representa el glifosato es real para quienes ignoran la ciencia. Y hasta ahora, su voz colectiva ha tenido el poder de triunfar sobre los datos.

Incluso sin ese sesgo anticientífico, los consumidores se han vuelto más inteligentes e Internet les ha brindado una visión sin precedentes de las cadenas de suministro. Exigen saber no solo de dónde provienen sus alimentos, sino también cómo se cultivan y qué insumos se utilizan. Combine eso con un impulso de los organismos reguladores para prohibir por completo o, al menos, hacer que sea más difícil registrar productos y es fácil ver que los insumos agrícolas tradicionales seguirán siendo duramente afectados.

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Esos movimientos han agregado impulso a las soluciones que ya se han estado trabajando, muchas durante décadas (agricultura de precisión, pesticidas biológicos, bioestimulantes, modificación genética, robótica), pero solo en los últimos años realmente han comenzado a cobrar sentido. Muchas empresas han explorado el desarrollo de sus propios productos, la concesión de licencias de otras empresas, la asociación o la adquisición de productos o empresas con nueva tecnología.

Los insumos agrícolas tradicionales no desaparecerán pronto. Los productos biológicos funcionan como un complemento de los productos que los productores han utilizado durante décadas. Estas otras nuevas tecnologías también afectarán ciertamente la cantidad de insumos agrícolas utilizados durante los próximos años.

Estamos entrando en una nueva Revolución Verde impulsada nuevamente por la tecnología y respaldada por consumidores y gobiernos que exigen menos insumos agrícolas tradicionales. Esperamos ver cómo esta revolución cambiará la industria. Hay un dicho (algunos dicen una vieja maldición china) que dice: "Que vivas en tiempos interesantes".

No estoy seguro de si es una maldición o no, pero ciertamente parece que los próximos años podrían ser los más "malditos" que hemos visto en mucho tiempo.

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