Aumento del proveedor global posterior a la patente

Con varias fuerzas del mercado creando cambios en la estructura de la industria, se creó una brecha en los mercados de agroquímicos. que fue rápidamente llenado por una serie de empresas que se centraron no en el descubrimiento, sino en la producción y comercialización eficientes de moléculas que ya no estaban protegidas por patentes. Estas empresas difieren enormemente y pueden orientar sus negocios logrando registros de agroquímicos genéricos en mercados desatendidos, comprando derechos sobre los productos a los titulares de patentes o simplemente fabricando y vendiendo sus productos a un costo menor que el de los proveedores originales. La única similitud que une a estas empresas son sus modelos de negocio: a diferencia de los de las grandes empresas, no se dedican al descubrimiento de químicas novedosas.

Si bien los proveedores posteriores a la patente no son nuevos, su presencia entre las empresas de química agrícola de primer nivel sí lo es. En 2005, tres de las 10 principales empresas de agroquímica por ventas (Makhteshim-Agan Industries, Nufarm y Arysta LifeSciences) tenían una gran parte de sus ventas derivadas de productos post-patente. Varias otras empresas, incluidas Cheminova, Sipcam-Oxon, Chemtura, Cerexagri, Gowan Co. y United Phosphorus Ltd., se clasificaron entre las empresas de agroquímica más grandes del mundo. Más allá de ellos, un gran número de fabricantes, formuladores y comerciantes internacionales más pequeños se han establecido como fuerzas de marketing importantes. Su presencia ahora está lo suficientemente arraigada como para que todas las multinacionales hayan formulado estrategias para manejar la competencia de los productores posteriores a la patente.

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Sin embargo, esta tendencia también ha provocado que la industria se enfrente a un nuevo conjunto de preguntas. Para las empresas que obtienen sus márgenes de eficiencia y producción a bajo costo, la erosión de los precios es rápida y severa. Para productos populares como el glifosato, casi todo el valor se puede desviar del producto en cuestión de unos pocos años. Esto deja a la empresa post-patente con el desafío de encontrar formas de ser un negocio sostenible. Muchos lo han hecho; otros enfrentan luchas difíciles.

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