La demanda de soja de China se ve afectada por la peste porcina, lo que genera dudas sobre las promesas comerciales de Beijing

Mientras Estados Unidos y China continúan negociando un acuerdo comercial destinado a satisfacer a ambas partes, la soja está emergiendo como moneda de cambio para Beijing para utilizar como palanca en esas conversaciones, escribe Huileng Tan en CNBC.com.

Pero mientras que Beijing se ha comprometido a comprar más soja estadounidense, los analistas cuestionan si China, el mayor consumidor mundial de semillas oleaginosas, tiene apetito por ella.

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Además de los aranceles provocados por la disputa comercial en curso, la caída del número de importaciones y un brote de peste porcina africana en China se han sumado a las preocupaciones de que la segunda economía más grande del mundo no pueda cumplir con sus promesas de comprar más.

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