Brasil: un gigante de la agroindustria en crecimiento
El mercado de agroquímicos en Brasil se valoró en US $13,5 mil millones en 2019. Para 2020, el valor de los productos para la protección de cultivos se redujo a US $12,1 mil millones, una disminución de 10,4%. Para el año 2021, el Sindicato Nacional de la Industria de Productos de Defensa Vegetal (SINDIVEG), calculó que los agroquímicos tendrán una facturación en el país de alrededor de US$ $13,3 mil millones, un aumento de 9,9% con respecto a 2020.
Esto representa aproximadamente 536 mil toneladas de productos agroquímicos que se aplicarán en los campos brasileños, según la Asociación Brasileña de la Industria Química (ABIQUIM). En 2021 se obtuvieron 499 registros, el mayor número de productos registrados por el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) de Brasil en los últimos años.
Registros otorgados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) en Brasil desde 2000-2021.
Entre los nuevos registros, seis fueron nuevos productos técnicos a base de los siguientes principios activos registrados en el año 2021.
Siete de los nuevos productos registrados tenían una formulación basada en un nuevo principio activo. Los siguientes son los nuevos productos formulados registrados también en el año 2021.
Los registros de 499 productos fitosanitarios aprobados por MAPA en 2021, supusieron un punto de inflexión en la serie histórica de aprobaciones con 16 registros entre producto técnico, 77 biológicos, 243 químicos formulados, de los cuales 470 (94%) son post-patente. Las aprobaciones han ido en aumento desde 2016, cuando hubo oportunidad de registrar solo para 277 productos (MAPA). En el gráfico MAPA muestra los registros obtenidos desde 2015.
Segun SINDIVEG, los agroquímicos aplicados en Brasil se dividen en cuatro categorías según su uso. Los herbicidas tienen la mayor parte del mercado, seguidos de los insecticidas, fungicidas y otros productos.
La mayor proporción de pesticidas agrícolas aplicados en Brasil, alrededor de 81%, se utiliza para cultivos de soja, maíz, caña de azúcar y algodón, según SINDIVEG.
Este crecimiento de productos utilizados como plaguicidas agrícolas va de la mano con el impresionante crecimiento de las áreas sembradas en el país. De acuerdo a Companhia Nacional de Abastecimento / Empresa Nacional de Abastecimiento (CONAB), en 2020-21 se sembraron un poco más de 69 millones de hectáreas, un crecimiento de 4.6% en el área sembrada respecto al año anterior. Para la temporada 2021-22, el pronóstico que hizo la CONAB en diciembre de 2021 es de 72 millones de hectáreas, lo que indica un crecimiento de 4.3% en área total sembrada; confirmado en la evaluación realizada por CONAB en abril de 2022 con un valor de 72,7 millones de hectáreas, creciendo 4,4% respecto al año pasado.
Estos aumentos en 2021-22 se dieron principalmente en soja pasando de 39,2 millones de hectáreas a 40,7 millones de hectáreas, y maíz con un crecimiento de 6,5%, pasando de 19,9 millones de hectáreas a 21,1 millones de hectáreas. Estos dos cultivos suman 62 millones de hectáreas, lo que representa 85% del área sembrada.
Con referencia a la producción estimada de granos en Brasil, la apuesta es aún mayor. Se espera que para la temporada 2021-22 la producción de granos sea de aproximadamente 269,3 millones de toneladas, 5,4% más que la temporada pasada, que fue de 255,5 millones de toneladas. La mayor parte del volumen se concentra en la producción de soja y maíz, que representan 88,4% de la producción total de Brasil.
Con respecto a los productos agroquímicos y de acuerdo con ABIQUIM, el futuro de la industria química nacional pasa por la estabilidad regulatoria, la defensa comercial, la seguridad jurídica, la infraestructura y el acceso competitivo a materias primas e insumos.
ABIQUIM indicó que Brasil importó US $6.4 mil millones en productos químicos en noviembre de 2021. El valor sin precedentes representa aumentos de 4,3% en comparación con octubre (un récord mensual, hasta entonces) y un aumento masivo de 65% en comparación con noviembre de 2020.
En cuanto a las importaciones de casi 6,2 millones de toneladas (incrementos de 0,71 TP2T respecto a octubre y 17,11 TP2T respecto al mismo mes del año anterior), también es récord, y confirma la tendencia de estabilización de las compras externas a un nuevo nivel alarmante de productos que podrían fabricarse en el país, si las condiciones de competencia fueran más favorables.
El valor de las importaciones brasileñas de pesticidas de enero a agosto de 2021 fue inferior en 22,3% en comparación con el mismo período de 2020.
ABIQUIM señaló que hasta noviembre, los productos químicos importados totalizaron US $55 mil millones, un aumento de 45,6% en comparación con el mismo período del año pasado.
Para Ciro Marino, Director General de ABIQUIM, los resultados de la balanza comercial de productos químicos son a la vez desalentadores, pues evidencian el alto nivel de dependencia externa de productos críticos para el desarrollo sostenible de la actividad económica nacional (usos industriales) y para el propio país, como fertilizantes y pesticidas.
Un punto que afecta significativamente el desarrollo de la agricultura brasileña, como sucedió en 2021, es la escasez de insumos en el país. Es importante señalar que la siembra de soja en Brasil comenzó a mediados de octubre de 2021, desarrollándose lentamente debido a la sequía. Durante este tiempo la necesidad de insumos es bastante alta, ya que los cultivos obviamente requieren de un tiempo crítico para su aplicación.
Datos de la Secretaría de Comercio Exterior (SECEX) del Ministerio de Economía de Brasil revelan que los productos fitosanitarios formulados provienen principalmente de Estados Unidos, China e India. Por volumen, China representó 32% del total en 2020, por delante de Estados Unidos e India con 11% cada uno.
Según la Asociación Brasileña de Defensivos Post-Patente (AENDA), en un estudio de IBAMA y Consultoría Phillips McDougall, los ingredientes activos más utilizados en Brasil en orden de importancia por clase empresarial:
- Herbicidas: glifosato, 2,4-D, atrazina, paraquat, diurón, s-metolacloro, mesotriona, acetoclor, dicamba y sulfentrazona
- Fungicidas: mancozeb, compuestos a base de cobre, azufre, piraclostrobina, azoxistrobina, protioconazol, fluxapiroxade, tebuconazol y epoxiconazol
- Insecticidas: acefato, imidacloprid y bifentrina
En términos de suministro de materias primas y productos formulados, China es un proveedor clave de materias primas para la formulación de agroquímicos en Brasil, además de productos formulados importados de allí.
Las recientes decisiones del gobierno chino sobre el medio ambiente tienen el potencial de traer resultados muy positivos para las condiciones climáticas globales.
Sin embargo, generan fuertes incertidumbres a corto plazo en cuanto al tiempo de entrega y costos de los productos.
La escasez de agroquímicos por la situación actual y los altos precios puede afectar la temporada de cultivo de 2022, porque la escasez de carbón y los cortes de energía en China también han afectado la cadena de suministro de agroquímicos y fertilizantes.
La política energética de China afectará el suministro y el precio de los intermediarios agroquímicos y los ingredientes activos, como el impacto en las fábricas de las provincias de Yunnan y Jiangsu, donde la producción de fósforo amarillo sirve como materia prima para el glifosato, el acetato y el malatión.
La situación afecta en mayor medida el precio del glifosato, sus intermediarios y materia prima como la glicina, ya que su extracción requiere mucha energía. Ya ha habido un aumento en el precio del glifosato. (El precio del material técnico en Brasil se duplicó a partir de septiembre de 2021).
Por otro lado, los agricultores estadounidenses ya se están preparando para una menor disponibilidad de herbicidas en 2022.
El glifosato y el glufosinato son los dos principales ingredientes activos que posiblemente escaseen para la próxima temporada de cultivo. Y como se indicó, China también es una fuente esencial de materias primas e intermediarios para la formulación de plaguicidas agrícolas. El aumento de los precios de los precursores tiene un efecto cascada en otros países fabricantes, y el impacto se sentirá en casi toda América Latina, que es importadora neta de plaguicidas.
Según el IBAMA, el 72% de los principios activos de los plaguicidas agrícolas comercializados en Brasil son importados, ya sea formulados o en forma de productos técnicos a formular en el país.
Otro punto que se debe considerar son los impactos de la falta de contenedores que aún no se han normalizado.
Un elemento importante que requiere toda la consideración que afecta la comercialización de agroquímicos en Brasil es la amenaza del mercado ilegal de pesticidas agrícolas. El Instituto de Desarrollo Económico y Social Fronterizo (IDESF) realizó el estudio “El Mercado Ilegal de Defensas Agropecuarias en Brasil”, donde se indica que las ilegalidades del mercado se caracterizan por el robo, la falsificación, el contrabando y la desviación de los propósito de uso. Los productos más traficados en Brasil son el benzoato de emamectina, el tiametoxam y el paraquat, entre muchos otros.
Sin embargo, parece que se están pasando de contrabando más pesticidas desde el vecino Paraguay, donde las regulaciones sobre estos productos son mucho más relajadas.
En el informe del IDESF, se estima que 25% de los plaguicidas vendidos en Brasil son de origen ilegal y 30% de las semillas tienen origen desconocido.
Según la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos Agropecuarios y Veterinarios (ANDAV), las cuestiones de distribución llegan al campo con conocimiento, tecnologías e innovación, aproximadamente 50% de todos los insumos que llegan hoy al campo brasileño pasan por una distribuidora, y ANDAV agrupa a más de 2.000 distribuidoras a nivel nacional desde hace más de 30 años.
¿Cómo afecta la guerra entre Rusia y Ucrania a los negocios agrícolas en Brasil?
El impacto en el negocio agrícola en Brasil es importante, ya que importa alrededor de 85% de sus necesidades de fertilizantes con Rusia como principal proveedor de fertilizantes a Brasil.
Uno de los principales insumos para la producción agrícola son los fertilizantes que Brasil importa de diferentes países a nivel global, y el 80% del flujo de fertilizantes proviene de diez países, entre los que se encuentran la Federación Rusa, Marruecos, Canadá, Estados Unidos, China, Bielorrusia, Qatar, Israel, Argelia y Arabia Saudita.
El flujo de fertilizantes a Brasil indica que tiene una participación de 13% en el comercio mundial de fertilizantes de un total de US $64.8 mil millones y que la Federación Rusa es el principal proveedor de fertilizantes potásicos, fertilizantes nitrogenados y fertilizantes mixtos por un valor aproximado de US $1,7 mil millones que corresponden a 20% de los fertilizantes que compra Brasil durante el año 2020, Brasil importó fertilizantes de más de 60 países diferentes con un valor de US $8,5 mil millones (según resourcetrade.com). La exportación de fertilizantes a Brasil está liderada por la Federación Rusa, de donde se importa 20% según los portales de The Observatory of Economic Complexity (OEC) y Chatham House, The Royal Institute of International Affairs; seguido de Marruecos con 11%, Canadá con 9.7% y Estados Unidos con 8%. Siendo 10 países los que exportan 80% de los fertilizantes a Brasil.
Estos son los fertilizantes importados a Brasil: 32,3% mixto, 31,8% potasio, 31,7% nitrógeno, 3,9% fosfato y 0,2% orgánico.
Por otro lado, Brasil exporta a Rusia 0,73% de su volumen total exportado, lo que corresponde a US$ $1,6 mil millones, representados principalmente en los siguientes productos: soja, nueces, café, azúcar y tabaco entre otros que representan casi 50% de exportaciones a Rusia.
Según la Agencia Brasileña de la Empresa Brasileña de Comunicación, para gestionar esta situación de importación de fertilizantes, Brasil lanzó el “Plan Nacional de Fertilizantes”, ya que el país depende del nitrógeno, fósforo y potasio importados. Según el Ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, la seguridad alimentaria es un asunto de seguridad nacional y los fertilizantes juegan un papel importante para evitar una crisis alimentaria.
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